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Cursos de Trabajo Social

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Un título de licenciatura en trabajo social (BSW) es el requisito más común para los puestos de nivel de entrada. Sin embargo, es más fácil ser contratado si posees una licenciatura en un campo relacionado como la psicología o la sociología.

Los programas de BSW preparan a los estudiantes para puestos de servicio directo como trabajador social o asistente de salud mental. Estos programas enseñan a los estudiantes sobre las diversas poblaciones, el comportamiento humano, y la política de bienestar social. Todos los programas requieren que los estudiantes para completar el trabajo de campo supervisado o una pasantía.

Algunos puestos, incluidos los de las escuelas y en la asistencia sanitaria, con frecuencia requieren un título de maestría en trabajo social (MSW). Todos los trabajadores sociales clínicos deben tener un MSW.

Las maestrías suelen tomar 2 años en completarse, pero se pueden completar en un año teniendo la titulación de BSW.

Licencias

Las licencias las concede cada estado y son éstos los que ofrecen sus propios requisitos. En la mayoría de ocasiones para conseguir la licencia (para trabajadores sociales clínicos) se necesita una maestría en trabajo social (MSW) y dos años de experiencia o 3.000 horas de trabajo supervisado. Una vez completados estos requerimientos han de aprobar un examen que les hará conseguir la licencia.

Aunque la mayoría de los estados también tienen licencias para los trabajadores sociales no clínicos, estas licencias suelen ser opcionales.

Estos son algunos de los lugares donde los trabajadores sociales pueden ejercer sus servicios:

  • Hospitales y clínicas
  • Los hogares de ancianos
  • Clínicas de salud mental comunitaria
  • Prácticas privadas
  • Los gobiernos estatales y locales
  • Escuelas y universidades
  • Clínicas de abuso de sustancias
  • Bases y hospitales militares
     

Hay dos tipos principales de trabajadores sociales: los que ofrecen servicios que ayudan a las personas a resolver y enfrentarse a los problemas en su vida cotidiana, y trabajadores sociales clínicos que diagnostican y tratan problemas mentales, de comportamiento y emocionales.

Los primeros se encargan de desarrollar planes para que las familias con pocos recursos puedan disfrutar de una calidad de vida aceptable, ayudan a elaborar planes para afrontar problemas como los divorcios, una enfermedad, el desempleo, el abuso infantil…para después evaluar caso por caso la eficacia de los servicios prestados así como conocer qué nuevas necesidades han surgido.

El segundo grupo de trabajadores sociales diagnostican el comportamiento de las personas, sus emociones y sus trastornos para poder elaborarles un tratamiento adecuado a lo que necesitan. Realizan sesiones de terapia familiar o de pareja, ayudan a las personas para afrontar los nuevos desafíos sobre todo en situaciones difíciles, conseguir el apoyo y las ayudas que ofrecen organismos públicos y privados. Ellos también evaluarán cada caso y ajustarán el tratamiento en caso de no obtener los resultados deseados.

Muchos trabajadores sociales clínicos trabajan en la práctica privada. Algunos trabajan en la práctica en grupo con otros trabajadores sociales o como profesionales de la salud mental. En la práctica privada, los trabajadores sociales clínicos suelen hacer las tareas administrativas y de mantenimiento de registros. Además, los trabajadores sociales comercializar su práctica de atraer a nuevos clientes.

¿Para quiénes trabajan?

  • Niños y familiares: los asistentes sociales protegen a los niños vulnerables y ayudan a las familias que necesitan ayuda. Por ejemplo ayudan a los padres a solicitar beneficios  como cupones de alimentos. Ellos intervienen cuando los niños están en peligro de abandono o abuso. Algunos ayudan a organizar adopciones, localizar las familias de acogida, o trabajar para que las familias se sientan de nuevo unidas. Los trabajadores sociales clínicos proporcionan atención de salud mental para ayudar a los niños ya las familias a hacer frente a los cambios en su vida como un divorcio u otros problemas familiares.
  • Maestros, padres y administradores escolares: son los encargados de desarrollar planes y estrategias para mejorar el desempeño académico de los estudiantes. Ayudan también a  hacer frente a problemas como la conducta agresiva, la intimidación o las frecuentes ausencias de la escuela.
  • Enfermos: en muchas ocasiones los trabajadores sociales son la clave para que los pacientes entiendan el alcance de su enfermedad y  cómo ésta puede afectar al desempeño de sus tareas diarias. Los médicos en muchas ocasiones explican la afección del paciente con términos difíciles de comprender y no desarrollan el sentido más humano de lo que supone padecer la enfermedad mientras que los trabajadores sociales sí lo tienen en cuenta. Además, proporcionan información sobre los servicios que tienen a su disposición como la atención médica en el hogar o grupos de apoyo. Cuando se trata de enfermos en cuidados paliativos ayudan a adaptarse a su enfermedad así como a prevenirles el dolor y los síntomas más graves. Ayudan a sus familias para luchar contra el duelo de la enfermedad y a hacer frente a la idea de la muerte.
  • Tercera edad: ofrecen información de gran utilidad como programas de ayuda al cuidado de la salud a domicilio, de hogares de ancianos…en definitiva les ofrecen servicios para que puedan seguir viviendo una vida digna aunque no puedan valerse por ellos mismos.